Por la mañana, al pasar junto a la higuera, vieron que se había secado de raíz. Pedro, acordándose, le dijo a Jesús: —¡Rabí, mira, se ha secado la higuera que maldijiste! —Tengan fe en Dios—respondió Jesús—. Mr 11.20-22.
Así respondió Jesús a sus discípulos sorprendidos porque la higuera que Jesús había maldecido el día anterior estaba completamente seca.
“Tengan fe en Dios”
Jesús ofrece a sus discípulos la clave, la llave maestra, que responde todas las dudas acerca del poder de Dios.
No es que Dios va hacer lo que nosotros queramos.
Es que Dios SIEMPRE va a responder a nuestras oraciones.
Los creyentes, los discípulos tienen un privilegio, el ser escuchados y tener respuestas.
No siempre obtendremos lo que deseamos, pero siempre obtendremos respuesta y bendición de Dios
Cuando oramos somos confrontados con nuestros deseos.
Nuestros deseos pueden ser egoístas.
Nuestros deseos puedes estar gobernados por el odio o rencor a otros.
Orar con fe es saber que Dios escucha y responde.
Orar con fe es pedir perdón.
Al perdonar hago que mis peticiones ya no estén centradas en mí.
Lo que sigue a continuación son una serie de encuentros con preguntones que buscan explicaciones.
Fingen, hacen preguntas difíciles, no tienen fe.
Jesús lo sabe.
Jesús los escucha, incluso les responde, pero no tienen fe para entender las respuestas que Jesús les da.
Jesús escucha, responde y atiende a todos.
Se necesita fe para preguntar, fe para escuchar y fe para entender.
Observemos las preguntas:
¿Con qué autoridad haces esto?
¿Procedía del cielo o de la tierra?
¿Está permitido pagar impuestos al césar o no?
En la resurrección, ¿de cuál será esposa esta mujer, ya que los siete estuvieron casados con ella?
De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?
¿Cómo es que los maestros de la ley dicen que el Cristo es hijo de David?
¿Cuándo vendrá el tiempo del fin?
Jesús provoca preguntas.
Jesús confronta sentimientos.
Nosotros esperamos respuestas.
Hay cosas que no sabemos ni sabremos, como el tiempo exacto del fin de esta era.
Hay cosas que podemos saber pero no queremos entender.
Necesitamos fe.
Necesitamos mantenernos alertas.
»Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos! Mr 13.35-37.
Es martes, día de preguntones y explicaciones.
Jesús está ahí, cercano, al alcance de todos.
Jesús está listo para responder.
¿Cuál es tu duda?
¿Qué le quieres preguntar a Jesús?
Aquí el resumen:
Asombro, dudas y trampas.
Preguntas y respuestas.
Un Salvador dispuesto para hablar, enseñar y responder.
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